1 – Nuestro primer compromiso es trabajar en un programa de soluciones estructurales, que nos permita resolver al mismo tiempo lo urgente y lo importante. Y en ese rumbo, no tenemos dudas de cuál es nuestra prioridad: la infancia, las niñas y niños del Uruguay. Queremos volver al gobierno para implementar de inmediato un plan de apoyo a las infancias que nos permita resolver de una buena vez la pobreza estructural en la niñez.
No es posible que en un país como el nuestro haya personas pasando hambre y que buena parte de esas personas sean niñas y niños es indecente. La pobreza crece, mucha gente ha sido abandonada, lo vivimos a diario en todo el país. Estamos a disposición desde hoy para llevar adelante un gran acuerdo nacional, político y social, para blindar la infancia.
Lamentablemente el Ministerio de Desarrollo Social que luego de perseguir y criminalizar durante todo el año pasado la solidaridad de las vecinas y vecinos que sostenían las ollas populares, el 28 de febrero dejó de brindar alimentos a las mismas con el anuncio de un nuevo plan de alimentación que recién estará funcionando a mediados de abril. Un plan del que poco se sabe, y lo poco que se sabe genera más incertidumbres que certezas, pero en el que se olvidan que durante el mes de marzo y abril la gente tiene que comer.
Si el gobierno sigue sin escuchar, nos comprometemos hoy a que la primera medida que vamos a adoptar en marzo del 2025 es un programa integral que priorice la infancia.
El Frente Amplio por supuesto que está de acuerdo con la tenencia compartida, que ya existe en este país. Por supuesto que defendemos la corresponsabilidad en la crianza, si fuimos los creadores del Sistema Nacional de Cuidados, creemos que hay que profundizarlo, no achicarlo como ha hecho este Gobierno.
Pero no estamos de acuerdo con el proyecto de ley del Gobierno mal llamado de corresponsabilidad en la crianza porque con ese título engañoso se esconde una ley que vulnera los derechos de los niños. Sepan que las manos del Frente Amplio jamás se levantarán para votar leyes en contra de derechos y mucho menos cuando se trata de niños y niñas, a quienes debemos preservar de todo tipo de abusos y violencia. Debemos protegerlos, no dejarlos desamparados!
Nosotros creemos que la responsabilidad principal del Estado es garantizar el bienestar de las grandes mayorías. No nos vamos a conformar nunca con el crecimiento de la economía, ese que fuimos capaces de sostener durante 15 años, si no viene acompañado de redistribución. Si crece la economía y bajan los salarios, si crece la economía y aumenta la pobreza, si crece la economía y bajan las jubilaciones, si crece la economía y faltan medicamentos en los hospitales, si crece la economía y las condiciones de los centros educativos son peores, para nosotros no hay dudas, es un rotundo fracaso.
Se puede valorar de otra forma, es posible decir que al país le va bien en las actuales circunstancias, respetamos esa visión, pero no la compartimos y por eso afirmamos que hay dos grandes proyectos de país. Es posible que al herrerismo le alcance con el crecimiento de la economía aunque no se reparta. A nosotros no.
También nos diferencia el cómo, porque en política hay una relación directa entre forma y contenido. El contenido de las políticas que se adoptan está condicionado por a quien se escucha. Cada vez que pedimos diálogo social lo hacemos por la convicción de que las reformas que el país necesita son imposibles si se hacen sin escuchar a la gente, de espaldas a las grandes mayorías.
El país precisa reformas en la seguridad social y en la educación pero las reformas que precisa el país precisa no se pueden hacer de prepo.
Nos diferencian los contenidos y la forma de las reformas que implementa el gobierno herrerista de la coalición conservadora. Solo de espaldas a la gente se puede pensar que la sostenibilidad del sistema se va a resolver haciendo que la gente trabaje más para cobrar menos. Recortando derechos y profundizando la desigualdad. Solo de espaldas a la comunidad educativa se puede pensar que una reforma educativa se puede implementar sin presupuesto. La falta de diálogo, la soberbia con la que se impulsa la reforma es congruente con los contenidos. No se analizan los motivos que dificultan los procesos de aprendizaje de los estudiantes, se decreta que no repitan para maquillar un problema que no se aborda.
Son necesarias dos reformas, pero no para llenar el ojo, son necesarias para mejorar la vida de las personas.
2 – Nuestro segundo compromiso, al otro día de volver al gobierno, es convocar a todos los actores para elaborar una reforma de la seguridad social que piense en el mundo del trabajo que ya está en transformación a nivel global. Que piense en el Estado acompañando el trayecto de vida de las personas desde el nacimiento hasta la vejez.
Para el herrerismo es posible sostener que una reforma es sustentable si cierran los números aunque la gente no pueda jubilarse, aunque la gente pase su vida trabajando y, en caso de poder jubilarse, lo haga con una jubilación de hambre, para nosotros no. Por eso sostenemos que hay dos modelos de país. Si son genuinas las críticas que desde la coalición se realizan al proyecto, la oportunidad de demostrarlo es en el parlamento. No se cambia la vida de las personas diciendo una cosa en las entrevistas y haciendo otra en el parlamento.
El Frente Amplio es una fuerza constructora. Tendimos la mano al gobierno para abordar políticas que pongan freno al aumento sistemático de la violencia en la sociedad. Ya es insostenible el discurso exitista de Heber negando el fracaso rotundo de las recetas milagrosas que promovieron en campaña electoral. Fracasaron y por eso hoy plantean un nuevo cambio de rumbo, un nuevo plan, un nuevo discurso.
Valoramos de forma positiva el nuevo enfoque que presenta el gobierno. La nueva estrategia, la primera que plasman en papel después de tres años de gobierno, tiene aspectos que son compartibles y pese a que todavía sigue siendo una carta de buenas intenciones, nos comprometemos a trabajar en el parlamento para que se concreten propuestas serias, con la financiación necesaria y con sustento político y social.
Pero definir una estrategia, generar un consenso para una política de Estado en un tema tan sensible no se puede llevar adelante en tres meses. Una agenda de diálogo social tiene que estar enfocada en revertir los problemas estructurales que hacen que la violencia se reproduzca a esta velocidad, no puede estar motivada en revertir los resultados de las encuestas.
Cuenta el gobierno con nuestra lealtad y compromiso para avanzar en acciones concretas a nivel parlamentario que permitan solucionar algunos aspectos planteados y para asignarles a esas políticas el presupuesto necesario. No cuenta con nosotros para firmar un cheque en blanco. A Heber hace mucho tiempo que se le terminó el crédito para seguir esbozando propuestas que no se traducen en resultados concretos.
3 – El tercer compromiso hoy, es que a que a partir del primero de marzo del 2025 convocaremos un diálogo político y social para abordar de forma integral la política de seguridad, hasta entonces, seguiremos aportando en el parlamento para mitigar el fracaso de una gestión que profundizó los problemas que arrastrábamos.
Nuestro país precisa volver a soñar en grande. Animarse a pensar el futuro con esperanza. Tres años de gobierno conservador anclaron al país en el pesimismo. No queremos volver atrás, ni estancarnos. Queremos poner nuestra inteligencia colectiva al servicio de una propuesta de desarrollo que le permita a Uruguay recuperar el prestigio internacional que perdimos en estos años.
Nuestra fuerza política hoy gobierna a nivel departamental al 58% de la población. Sabe la gente que somos capaces de gobernar con otra sensibilidad frente a las angustias que le toca atravesar.
4 – Nuestro cuarto compromiso se refiere a una estrategia de desarrollo que permita crecer la producción de forma amigable con el Planeta. Los vientos de cambio en la región son una oportunidad única para que América Latina sea una referencia en nuevas formas de producción y consumo.
El problema de la sequía no solo afecta a los productores, es un problema de toda la sociedad. En esta estrategia el cuidado del agua y el aseguramiento del agua potable para todas y todos como derecho humano fundamental es central. No puede quedar en manos de privados. Es el estado como actor central quien debe asegurar el acceso al tiempo que debe proteger los ecosistemas costeros y de los humedales, que cumplen un rol gobierno y de gobiernos departamentales están impulsando inversiones que ponen en riesgo la integridad de los ecosistemas.
5- Creemos que nuestro país tiene condiciones privilegiadas para ser una vez más vanguardia y plantear un nuevo enfoque en las políticas sociales, económicas y ambientales. Y por supuesto que culturales. Y este es nuestro quinto compromiso, desarrollar una estrategia por la cultura.
En nuestros gobiernos avanzamos pero en la nueva etapa, la Cultura será central para el Gobierno porque es un derecho humano. En este tema hemos realizado una profunda autocrítica. Los avances en los 15 años fueron importantes y de ello dan cuenta un gran número de leyes, programas y fondos existentes. Pero es central diseñar políticas públicas culturales permanentes a mediano y largo plazo.
6 – Finalmente asumimos un compromiso con la Juventud. Los y las jóvenes incomprendidos por nuestras generaciones no pueden se señalados como se hizo cuando tuvimos que salir a decir ser joven no es delito. Esos jóvenes cuya educación parece más un botín político que una política de Estado. Esos jóvenes que se movilizan por memoria verdad y justicia, por la diversidad, por los derechos de la mujer.
Hace pocos días asistimos a hechos muy pero muy tristes que se sucedieron y humildemente, sin ruidos, sin estridencias, reclamamos y exigimos que se den respuestas integrales de acompañamiento a los y las adolescentes. No todo se soluciona con un patrullero en la puerta de un liceo.
Es necesario un proyecto de país que atienda de forma integral la salud mental y los cuidados. El apoyo profesional para abordar los problemas trágicos que genera nuestra forma de vida en las personas no puede ser privilegio de quienes lo pueden pagar. Políticas de salud mental y cuidados para un desarrollo íntegro de la vida.
Para nosotros la libertad es una construcción colectiva. Es un trabajo permanente por generar las condiciones para que todas y todos los uruguayos vivamos con dignidad, y la dignidad no es repartir polenta y fideos, la dignidad es construir proyectos de vida que no dependan de lo que las personas quieran votar o decidir libremente.