La Cámara de Representantes dio media sanción, con 55 votos en 90, al proyecto que transforma la Ley Orgánica Militar, vigente desde la Dictadura.
Se trata de una actualización imprescindible, de un debe que tenía el país con la Democracia, sostuvieron los diputados frenteamplistas en Sala.
La nueva ley tiene como objetivo desterrar las doctrinas de la Seguridad Nacional y Obediencia Debida, vigentes desde la Dictadura Cívico – Militar, mediante las cuales se justificaron las violaciones a los Derechos Humanos durante la misma.
Asimismo, se busca redefinir el papel a cumplir de las Fuerzas Armadas, que debe estar al servicio de un Estado Democrático – Republicano, al mismo tiempo que persigue mayor racionalidad del número de personal jerárquico e incluir conceptos de equidad y no discriminación.
Entre las modificaciones más significativas de la nueva ley se prevé la eliminación de los cuestionados Tribunales de Honor, que se sustituyen por Comités de Ética Militar y bajar la cantidad de coroneles y generales del Ejército, que se reducen en un 35%, apostando a la eficiencia de las Fuerzas Armadas. Es un proyecto que busca dignificar el rol de las mismas, se trata de un cambio conceptual, en el entendido que las Fuerzas Armadas deben volver a cumplir el rol que tenían antes de la Dictadura. Se apunta a la excelencia y a profesionalizar la carrera militar, estableciendo asensos transparentes y otorgando derechos a Militares con los que hoy no cuentan, tales como licencia por maternidad, paternidad, lactancia, estudio, etc.
La bancada de legisladores del Frente Amplio creyó importante que esta ley tuviera amplio apoyo político, por lo cual se buscó acordar con otros partidos.
Finalmente el proyecto fue votado en general por el Frente Amplio, Unidad Popular, Partido Independiente y Partido de la Gente. Sólo el Partido Nacional y el Partido Colorado votaron negativo.
Ahora pasa al Senado para su tratamiento.