27 de junio
50 años del Golpe de Estado.
¡Nunca más Terrorismo de Estado!
En la madrugada del 27 de junio de 1973 se escribió una de las páginas más oscuras de la historia del Uruguay, cuando el electo presidente por el Partido Colorado, Juan María Bordaberry, se convierte en dictador al disolver las cámaras y da comienzo con la Huelga General a casi doce años de lucha y resistencia de organizaciones sociales, sindicales y políticas contra la dictadura cívico-militar que finalizó el 1º de marzo de 1985.
Hoy, a 50 años de aquel triste día, el Frente Amplio reafirma su compromiso con la Democracia y el Nunca Más Terrorismo de Estado. Esta fecha debe llamar a toda la sociedad a la reflexión sobre los hechos ocurridos para mantener viva la memoria. Exige que se conozca toda la verdad y haya Justicia para todas las familias que aún sufren las graves consecuencias.
Este día ha sido declarado día “de la Resistencia y Defensa de la Democracia”, porque también quedó demostrado el coraje del pueblo uruguayo, ejemplarizado en la heroica Huelga General de trabajadores y estudiantes que dio inicio a la resistencia y lucha que durante los doce años llevó adelante el movimiento popular.
La dictadura cívico-militar cometió crímenes atroces desde el Estado, utilizando prácticas inhumanas contra miles de personas con el propósito de sembrar el terror, transformar la sociedad, eliminar ideologías, erradicar agrupaciones sindicales y gremiales y aniquilar cualquier forma de movilización social.
Estos actos no fueron como respuesta a un enfrentamiento entre dos bandos, fueron un plan con el objetivo de imponer un modelo social y económico del cual fueron cómplices una parte de los dirigentes de los partidos Colorado y Nacional muchos de los cuales integraron el gobierno cívico – militar. Para imponerlo, el Estado realizó desapariciones forzadas, detenciones prolongadas, torturas, exilio forzoso y persecución política. La expresión máxima de este accionar internacional fue el Plan Cóndor que coordinó la detención, tortura, desaparición y muerte de compañeras y compañeros de los países de la región, por mandato e instrucciones del imperialismo.
Estos hechos tienen repercusiones en el presente, son delitos que dejan secuelas que trascienden generaciones dañando a toda la sociedad. No nos resignamos a la impunidad.
El Terrorismo de Estado implica el uso del poder del Estado para cometer crímenes aberrantes. Es preocupante que, incluso hoy en día, algunos actores políticos nieguen los hechos ocurridos y promuevan proyectos de ley como el de prisión domiciliaria para quienes han cometido delitos de lesa humanidad. Los crímenes de lesa humanidad no pueden quedar impunes, y aquellos que los han cometido no merecen dicho privilegio. Debemos seguir luchando contra la aparición de estos discursos y narrativas negacionistas.
Como sociedad debemos enfrentar y procesar estas heridas para sanar y avanzar hacia una sociedad más justa, la reparación del Estado es fundamental para que se pueda abordar este daño a nivel social.
Como fuerza política reafirmamos una vez más nuestro compromiso cotidiano y permanente con esta causa que constituye uno de los pilares éticos de nuestro proyecto político. Una democracia profunda no puede edificarse sobre la base de impunidad. Es imperioso avanzar en conocer la verdad, reconstruir la memoria y que se haga justicia.
La lucha popular sostenida durante décadas, ha logrado el reconocimiento del Estado frente a los crímenes cometidos, en ese sentido queremos hacer nuestras las emocionantes palabras pronunciadas por Karina Tassino el pasado 15 de junio: «Con las tripas decimos que más tarde o más temprano los vamos a encontrar a todas y a todos».
MESA POLÍTICA NACIONAL DEL FRENTE AMPLIO
Montevideo, 26 de junio de 2023