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Multitudinario acto final


No queremos que ningún uruguayo o uruguaya quede por el camino

Este miércoles, durante el acto final de la campaña electoral, las y los frenteamplistas volvimos a inundar de color y alegría la rambla de Montevideo.

La ola esperanza arrasó con cualquier duda que pudiese quedar, dejando asegurado que el domingo 27 no solo la victoria se vestirá de rojo, azul y blanco, sino que guiará a los corazones uruguayos hacia el cuarto gobierno del Frente Amplio.

De cada barrio de Montevideo y de distintas localidades del interior, fueron llegando niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres hasta convertir la rambla en una marea de felicidad.

“Somos la ola esperanza, que no para en la estación” fue el himno que se repitió toda la noche, “vení con lo bueno” era la invitación que obligaba a sumarse al coro de la gente que no paraba de alentar a la fuerza política más grande del Uruguay.

Rostros pintados, banderas de todos los tamaños, carteles hechos a mano y sobre todo brazos al aire, manos arriba y sonrisas hacia el futuro fueron el común denominador.

Cuando Daniel Martínez y Graciela Villar subieron al escenario, los miles de frenteamplistas no pudieron contener la emoción de estar tan cerca de cumplir el sueño de mantener a nuestro país en el rumbo de la lucha por el bienestar de todas y todos, del no conformismo, y de la búsqueda de la igualdad como horizonte y meta de los progresistas.

“Que la alegría comience a circular otra vez y que se escuche en todo el país “mira que bonito, mi voto es; rojo, azul y blanco, del Frente es”, avivaba el presentador antes que Graciela Villar tomara la palabra.

Así, en medio de festejos, la candidata a vicepresidenta agradeció el afecto recibido y pidió un fuerte aplauso para Tabaré Vázquez, explicando que en la reunión del lunes pasado el Presidente les pidió que mandaran a todos y todas un fuerte abrazo.

Villar se refirió luego a los más importantes logros del FA; la democracia más inclusiva de América Latina, la ampliación de la agenda de derechos, el reconocimiento al movimiento feminista, el Plan Ceibal.

Pero también habló de lo que queda por hacer, entonces aunque valoró la disminución de la pobreza dijo que, “ese 8% de pobreza aún nos duele, porque tiene cara de mujer, de niño y de adolescente” y más adelante indicó “porque nadie decide ser pobre, es el mercado que lo expulsa”.

Mencionó a su vez aquellas cosas que no podemos perder, como los Consejos de Salarios: “nuestra experiencia en el mundo de trabajo, nos permite decir que los Consejos de Salarios son un acto de justicia, en esos consejos de salarios se aseguran los derechos” dijo y ejemplificó con la ley de acoso laboral y la de responsabilidad empresarial.

Destacó también la descentralización lograda por la UdelaR y la creación de la UTEC lo que permitió el acceso a la educación universitaria de muchos más jóvenes: “como mis hijas”,dijo, “que son primera generación en sus familias”.

Finalmente, orientó su discurso a los allí presentes, señalando lo imprescindible que son y recordando las palabras de Seregni «Fuimos, somos y seremos una fuerza constructora, obreros de la construcción de la patria de futuro que soñamos», para dar cierre a su espacio ante la consigna “Hasta la victoria siempre”.

Luego, en medio de cantos de “se siente, se siente Martínez presidente”, el próximo presidente de las y los uruguayos tomó la palabra arengando “Arriba Uruguay….arriba!!! Uruguay, Uruguay, Uruguay !!!!”

Martínez inició su intervención mencionando que se siente orgulloso de ser parte de un movimiento que no nació para hacer la política que se hacía antes de 1971, sino de uno que comprendió que la diferencia está en hacer “política para la gente y no gente para las política”. Y se detuvo a destacar que el FA es el único que ha entendido que hay que generar riqueza, pero que también hay que distribuirla.

A la vez señaló otra característica de la fuerza política; dirigentes con sensibilidad humana que gracias a eso pudieron hacer grandes transformaciones como: Liber Seregni, Tabaré Vázquez, el “Pepe” Mujica, Danilo Astori.

Dedicó un espacio de su discurso al recuerdo de Eduardo Bleier y reafirmó a partir de ello que la lucha no termina hasta que aparezca el último de los compañeros “tenemos el derecho de construir una democracia basada en el conocimiento de lo que pasó para que nunca más vuelva a pasar”, apuntó.

No faltó la referencia al movimiento contra la reforma constitucional “Vivir sin miedo”, a la lucha del feminismo, de mujeres comprometidas y hombres comprometidos para que no haya desigualdad alguna, sobre todo, la más generalizada; la desigualad de género. Vinculado a esto, hizo mención a que “tenemos que ocuparnos de que los violentos se traten y dejen de terminar con la vida de sus seres queridos”.

Entonces volvió a enfocar su discurso en los aspectos más positivos destacando la construcción de democracia a partir de las diferencia; “dejemos que otros sean los que odien, construyamos futuro con alegría” dijo, y la gente respondió con el canto “el pueblo, unido, jamás será vencido”.

Como lo ha hecho en otras oportunidades, reiteró que hoy tenemos que decidir entre la vuelta atrás o seguir buscando la alegría y puntualizó los ejemplos de Argentina, Ecuador y Chile.

“Hay gente que se ha ocupado estos 15 años de decir que está todo mal”, denunció y entonces mencionó algunos de los aspectos destacados de la política del gobierno en los períodos frenteamplistas; la cobertura de salud para trabajadores y sus familias, las operaciones de ojos a partir de la llegada de los médicos cubanos, el ser el país de América Latina que ha crecido más, pero también que mejor ha distribuido la riqueza.

“En salud no nos alcanza lo que hicimos, por eso proponemos llevar la cobertura del Fonasa de los jóvenes, de 18 a 23 años, pero también trabajar la rehabilitación de drogas y la salud mental, porque no queremos que ningún uruguayo o uruguaya quede por el camino”, destacó.

En el mismo sentido justificó su propuesta de recapacitar y capacitar a 80 mil uruguayos por año, para que tengan oportunidades de más y mejor trabajo. Y también se dedicó a hablar de educación, de las escuelas, los liceos, las UTUs construidas, “este gobierno ha invertido en educación y los que no invirtieron nos quieren dar cátedra” ironizó.

“Hoy nuestras niñas y niños están aprendiendo inglés, y tenemos el Plan Ceibal”, continuó “hoy en el Uruguay el hijo de un peón de estancia, o el hijo de un obrero, puede competir con el hijo del dueño de una estancia y el hijo del dueño de la empresa” aseveró. “Hoy tenemos a la Universidad en el interior y tenemos la UTEC, pero igual no nos alcanza, no queremos que ningún uruguayo o uruguaya quede por el camino, queremos seguir apostando a la gente como la verdadera riqueza de la nación”, dijo.

Ya finalizando su intervención animó a la gente diciendo “hoy tenemos que ganar, hombres y mujeres, tenemos que ganar porque se pierde el futuro”, “por la huella de Artigas, de Batlle y Ordoñez, de Seregni”, “a apostar al futuro, a la esperanza”, “podemos, claro que podemos”, “viva la alegría”.

Las palabras de nuestros candidatos a presidente y vicepresidenta, no hicieron más que avivar el sentir colectivo de estar a un solo paso de hacer historia y sellar el compromiso de otros cinco años de trabajo incansable por y para la gente.

Luego continuaron las actuaciones musicales y la fiesta, por largo rato, porque hay mucho para festejar; la ampliación de derechos conseguidos, el crecimiento con igualdad, la redistribución, la protección de los más vulnerables, el cuidado del ambiente, el desarrollo sostenible; muchas cosas de las que estar orgullosos y muchas más por venir.

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