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A 17 años de la crisis del 2002


Hoy hay quienes nos quieren hacer creer que la crisis de 2002 fue causada por «accidentes financieros en mercados lejanos» para dejar sin responsabilidad a los agentes locales del desastre económico que dejó la misma.

No obstante, hay varios argumentos que demuestran que la crisis se originó a raíz de malas decisiones tomadas por los gobernantes de aquella época y que la misma fue consecuencia de un modelo económico y social que se profundizó en la década del 90.

Hablamos de una crisis que devastó al Uruguay y cuyos daños para el país fueron incalculables. Debido a malas decisiones políticas tomadas en aquella época, se ensanchó como nunca la brecha social. Aún hoy tiene consecuencias en la sociedad, consecuencias que se ven reflejadas en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Hace 17 años, un 30 de julio de 2002, se generaba una corrida bancaria que terminó en un feriado bancario y en el congelamiento de parte de los depósitos, con cierre de algunos bancos y crisis de la Balanza de Pagos. La corrida bancaraia se llevó más del 45% de los depósitos y provocó una reducción de los activos de reserva del Banco Central superior a 80% y la caída del ministro de Economía de Jorge Batlle, Alberto Bensión.

Día tras día, la situación se agravó aún más luego de conocerse que el Banco Comercial daba quiebra luego de una estafa por 200 millones de dólares ocasionadas por sus dueños. Los efectos fueron inmediatos y se vieron reflejados en una fuerte devaluación de la moneda, aceleración de la inflación, caída de los salarios reales, importantes déficits fiscales, etc. Hubo un incremento extraordinario del desempleo, aumento de la pobreza y la indigencia.

Familias enteras se separaron, durante los años 2002 y 2003, 52.000 uruguayos abandonaron el país, sobre una población de 3,2 millones de habitantes, 200 empresas quebraron, la pobreza se duplicó y la indigencia se triplicó, alcanzando niveles de 38% y 4% de la población, respectivamente.

Cuando llegó el Frente Amplio al gobierno en el año 2005, se estimaba que el 56% de los niños vivía en la pobreza. Los cambios se vieron porque se dio respuesta inmediata a los emergentes de la crisis, se recuperó el crecimiento económico, se recuperó el empleo y subieron los salarios. Se renegoció el endeudamiento público y se atacó la pobreza, que rondaba en el 40%, con el Plan Nacional de Emergencia Social.

En el comienzo de 2007, comenzaron las transformaciones más profundas como la Reforma de Salud, la Reforma Tributaria, la Reforma de la Seguridad Social, en el camino del nuevo Modelo de Desarrollo Nacional.

A 17 años de la crisis del 2002 no nos olvidamos porque «un pueblo sin memoria está condenado a repetir su historia».

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