Se destacó que, en términos reales, todas las tarifas han bajado ya que desde 2005 a la fecha, trabajadores y pasivos deben asignar un menor porcentaje de su poder adquisitivo para cubrirlas.
Si tomamos como base el año 2004, podemos concluir que en estos 14 años los salarios reales aumentaron un 68,6%, mientras que las tarifas de Ancap cayeron un 29,8%, las de UTE 3,9%; las de Antel 64,2% y las de OSE tuvieron un aumento del 1,8%, debido a la política de potabilización del agua y al ajuste de las medidas ambientales, por lo tanto “se aprecia claramente un descenso permanente de las tarifas, en términos reales, que es el único criterio con el que se puede realizar el análisis” enfatizó Astori.
El ministro de economía reconoció los importantes esfuerzos por ayudar, no solo a los sectores productivos, sino también a los micro, pequeños y medianos emprendimientos del país, tanto en las tarifas eléctricas como en las de combustible, y aseguró que “continuarán recibiendo una ayuda importante”.
Por otro lado, el ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi, aportó un detallado informe de los criterios adoptados para el ajuste de la tarifas de UTE, Antel, OSE y Ancap.
En ese orden, Danilo Astori enfatizó sobre la importancia de las Empresas Públicas como parte del Estado y no como herramienta de recaudación. Además, defendió la calidad del servicio que se brinda y explicó por qué no debemos compararnos con la región: “hubo récord de consumo de energía eléctrica y la ciudadanía no tuvo ningún problema de suministro”.
Las empresas públicas cumplen un rol estratégico, ya que no solamente brindan un servicio de calidad y respaldo sino que crean empleo, dinamizan la economía y aportan a la financiación de otras necesidades del estado. Que las principales empresas de servicios estén en manos del Estado y al servicio del pueblo, es un fuerte punto que valorar en este marco de crisis regional.
Al centrar la discusión en las tarifas, nos olvidamos de los exponenciales cambios en la política energética que se han impulsado en los últimos períodos de gobierno. Mientras hace no tanto teníamos que importar energía, hoy se ha diversificado la matriz energética y se han aumentado las inversiones, lo que permite que el Uruguay esté, por ejemplo, exportando energía.
Si interpretamos los datos, el servicio ha mejorado muchísimo y se han abaratado los costos, tenemos un escenario con nuevas dificultades y contradicciones porque estamos enfrentándonos a nuevos desafíos. Los servicios de comunicaciones, combustibles, energía eléctrica y agua a los que accedemos hoy, se traducen en mejor calidad de vida para todas y todos los uruguayos. “El resultado fue absolutamente positivo para la sociedad uruguaya”, culminó Astori.
(Adjuntamos documento sobre tarifas públicas presentado por el MIEM en el Llamado a Sala)