Sostuvo que “tanto por su estabilidad macroeconómica” perdurable por tanto tiempo “y ahora con esta nueva inversión de UPM II” el país está en su mejor momento histórico para dar un salto de calidad «que va a permitir no sólo más puestos de trabajo y canalización de producción forestal, sino que también va a poder desarrollar generación de conocimiento, masa crítica de gente que se especialice, desarrollo de actividades conexas con la producción de la fábrica: cinta transportadora, mangueras, motores, tableros eléctricos, etc.» y todo lo que tiene que ver con «producción industrial de uruguayos, que implica decenas de miles de nuevos puestos de trabajo”.
Resaltó además la importancia de “Pasar de ser un productor importante de celulosa en el mundo» e indicó que «se habla de ser el segundo más importante del mundo”.
Asimismo comentó que a raíz de la preocupación del mundo por los temas ambientes, en especial por los plásticos derivados de los hidrocarburos que son biodegradables a lo largo de cientos de años “Hoy el mundo está avanzando en tecnologías que hacen que la celulosa sea la materia prima para la elaboración de plásticos de rápida biodegradación”, por lo tanto, “también estamos generando un producto que a la larga va a tener un impacto ambiental más que positivo para la humanidad y Uruguay va a pasar a ser, como decíamos, l segundo productor mundial de celulosa”.
En otro orden, sostuvo que «Uruguay está siendo una isla dentro de la región», habló de la importancia del rol del Estado para que no sólo sea motor del desarrollo de lo público y privado, sino también, «ser el paraguas de los más débiles para dar oportunidades y para que el país en su conjunto avance».
Asimismo, mencionó la importancia de «no repetir viejos modelos que el Uruguay sufrió». Para Martínez “Todo el proceso de los 80´, 90´ y principios del 2000, fue un no entender al Uruguay, cerrarse en dogmas que no permitían leer la evidente realidad que terminó en situaciones dramáticas”.
“Hoy la velocidad del cambio es descomunal” y es necesario que el país “de un salto en calidad, agregando valor, un impulso al desarrollo económico y productivo, pero también al desarrollo social” con un “plan país de largo plazo que implique desarrollo con justicia”