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Discurso Lucía Topolansky 47º aniversario FA


Discurso del la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, pronunciado en el acto del 47º aniversario de nuestra fuerza política.

Piriápolis 4 de febrero de 2018

Perseguimos utopías, construimos realidades

¡Salud Compañeras y compañeros!

Voy a ser breve, pero quiero dejar uno o dos conceptos para pensar cuando tomemos mate, cuando hablemos en nuestro comité, y para fijar, lo que quiero decir, con pocas palabras.

Hace 47 años que todos los febreros nos juntamos los frenteamplistas, no solo para celebrar nuestro nacimiento, nuestro aniversario, sino sobre todo para renovar nuestro compromiso, con nosotros, con el país y con nuestra gente, con toda la gente.

Por eso hoy estamos aquí convocados por la causa de nuestro pueblo que es la causa fundamental. Venimos de lejos en la militancia. Hoy se recordaba aquí a los fundadores del Frente. Este año cumpliría cien años el General Licandro.

Las luchas sociales y sus desvelos son viejas, y por eso es que hemos llegado hasta aquí, porque hay una larga acumulación.

Pero quisiera detenerme un instante en ese acontecimiento fantástico de mediados de los sesenta, que como soy veterana tuve la oportunidad de vivir, que echó luz en el camino de la izquierda uruguaya y que se llamó el Congreso del Pueblo. Allí comprendimos que es imprescindible construir una propuesta, un diseño de otro Uruguay posible, en la amplitud, la diversidad, sin excluidos ni exclusiones, y de aquellas reflexiones y otras muchas en febrero de 1971 le dimos forma política a la idea más maravillosa, el Frente Amplio.

Nos organizamos. La tozudez en la lucha de unidad en la diversidad fue la que hizo posible recorrer el camino que nos llevó al 1º de marzo del 2005 para poner en hechos la propuesta tan ansiada.

Esta construcción no está terminada compañeros y no lo va a estar nunca. Eduardo Galeano decía: la utopía está en el horizonte si avanzo diez pasos ella retrocede diez. Así que la lucha es permanente.

Es por eso que todos los años nos convoca la causa, el compromiso y la lucha.

Soñamos compañeros y está bien. La realidad sin embargo es más difícil, por eso nunca es suficiente nuestra militancia, siempre se precisa más, más y más.

Hay un antes y un después del advenimiento del Frente y esto es indiscutible.

No vamos a enumerar aquí, ya lo hizo en parte Susana, lo construido porque lo conocemos, fuimos parte de ese proceso, y sobre todo lo vivimos a diario de mil maneras; lo vive la población en una pequeña ciudad cuando llega la luz. Esa es la construcción del Frente. O cuando un paciente concurre al CUDIM, uno de los centros de más alta calidad médica que hoy tiene el Uruguay, gracias al Frente Amplio.

Y además porque no nos daría el tiempo, porque es larga la lista y está inconclusa porque somos ambiciosos y siempre va a faltar algo más para nuestra gente.

Pero si queremos señalar un punto, un concepto, que en estos días nos ha hecho reflexionar mucho con el comienzo del año y es el de la descentralización, punto crucial en la inclusión de todos, desde Bella Unión al Cerro como se decía acá, de Paysandú a Treinta y Tres, la inclusión de todos los uruguayos.

Es fácil decir la palabra “descentralización”, suena linda, pero hay que ponerle contenidos, ponerle hechos y estamos empeñados en esta tarea aunque no la hayamos terminado.

Podríamos también enumerar aquí muchas cosas: las transferencias económicas que se hacen en forma regular y sin sobresaltos a todas y cada una de las diecinueve Intendencias más allá de sus condiciones políticas; la fibra óptica, esa que recorrió el país de cabo a rabo y llevó la inclusión a los pagos más alejados; el sistema de salud, y la lista sería larguísima por eso la voy a dejar por acá, nosotros la conocemos.

Sin embargo, hay un punto principal que es el cimiento más profundo de la descentralización, y en ese me quiero detener: es la descentralización educativa, cultural. Queremos integrar nuestro país desde el conocimiento, en cada pago.

Pago a pago, para que aquello de Pablo Estramín de “morir en la capital” se acabe.

Y lo estamos haciendo, compañeros, ¿o la Universidad de la República no ha trabajado con sus centros CURE (Centros Universitarios Regionales) que como honguitos que han aparecido por aquí y por allá, en todos los departamentos? ¿O la UTU no ha multiplicado sus sedes llevando la educación a todos los rincones del país? ¿O no hemos creado para el interior del país la Universidad Tecnológica, dirigida a nuestros compatriotas del interior principalmente?

Pensando en ellos, para ellos. Hoy ya tiene sus primeros egresados, y esto lo sabe la gente, lo saben en cada pago, lo sabe Tacuarembó con su sede con más de 2000 alumnos. ¿Era pensable, universitarios en Tacuarembó, hace unos años?

Tenemos que preguntarnos estas cosas.

Compañeros, el pago de Mario Benedetti, que fue uno de los que integró las primeras mesas políticas del Frente Amplio, tiene hoy Universidad, lástima que Mario no lo pudo ver.

Es una enorme inversión, una inversión que capaz que no es tangible, y que tampoco está concluida. Esa inversión la tenemos que cuidar porque es el cimiento más sólido que va a tener este pequeño país, y por eso tenemos que tener las pilas prontas, porque este año nos jugamos una carta importante también en este rubro.

Nos jugamos por la creación de la Universidad de la Educación que va a estar también en todo el país, pago a pago, ¿o no merecen nuestros profesores y nuestros maestros un título universitario?

De la calidad de ellos será la calidad de nuestro conocimiento, de nuestra educación y se lo vamos a dar. Sabemos que no es fácil, sabemos que se precisan mayorías especiales, pero nos tenemos fe, nos tenemos fe en convencer, le tenemos fe a la gente que lo tiene que pedir, acá hay representación de todos los departamentos, en todos los departamentos tenemos que pedir la Universidad de la Educación, pedir por ella, que se constituya, que empiece a hacer de nuestros profesores y maestros, universitarios.

Compañeros el camino está lleno de hechos, de acontecimientos, de resoluciones, de decretos, de leyes que ayudan, pero nuestra decisión es seguir trabajando.

Vamos a seguir trabajando porque esta obra tiene que seguir en construcción y nosotros vamos por el 4º, el 5º y el que sea de los gobiernos, y tenemos sobradas razones para soñar con un país integrado, inclusivo, culto, inteligente y por sobre todo más justo e igualitario.

Es además nuestra principal fortaleza en un mundo complejo, en una América Latina que está difícil, pero no nos asusta, hemos pasado peores y siempre hemos salido.

¡Compañeros la lucha no terminó estamos empezando!

Estamos empezando.

Por eso en esta hora, en esta circunstancia, con los aciertos y los errores del camino, con acuerdos y desacuerdos, en la diversidad, con las mayorías y las minorías, en diálogo permanente con nuestra sociedad, y sobre todo, con la legitimidad que nos dio el pueblo cuando nos dijo tres veces seguidas “¡a gobernar!”. Y nos lo va a seguir diciendo.

Este no es un momento de dudar. ¡No vale la duda! La causa vale más, por arriba de cada uno de nosotros. Esto es colectivo compañeros. Se me vienen a la cabeza las palabras de esa hermosa poesía de Patxi Andión a su padre “no quisiste jamás salvarte solo porque no hay salvación si no es con todos”.

Por eso compañeros hoy somos esto, mañana tenemos que ser el doble y nuestra ambición tiene que ser total.

Nos convoca el compromiso con ese pueblo, es por un país más justo y en construcción. No se debe dejar una construcción a medio camino y no la vamos a dejar, entonces la consigna de la hora es ¡defender la construcción con alegría y en diversidad! y para eso estamos todos convocados, nosotros somos los verdaderos convocados.

Gracias compañeros

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