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Discurso del General Liber Seregni – 26 de marzo de 1971


Discurso del General Liber Seregni en la explanada de la Intendencia de Montevideo en el primer acto de masas del Frente Amplio.

Ciudadanos; ciudadanos presentes y ciudadanos de todo el país:
Nunca nuestro país presenció un acto como éste. Jamás un acto político de esta envergadura.
Esto es el pueblo en la calle, esto es el Frente Amplio. Pero cabe preguntamos:

¿Cómo y por qué ha sido posible el Frente Amplio? ¿Cómo surgió este incontenible movimiento popular que tardó tanto en nacer y ha sido tan rápido en propalarse? Tiene que haber profundas razones que lo expliquen. ¿Es que acaso es, como dicen nuestros detractores, una suma de retazos? No, ésta es una observación frívola, superficial, que demuestra muy escaso entendimiento de lo que hoy sucede en nuestro país.
Pero esa multitud que se mueve, a lo largo y a lo ancho de todo el país. Porque somos conscientes que estamos abriendo una nueva época en la vida del Uruguay. Nuestro Uruguay se ha transformado en un país de emigración. Los uruguayos emigran. Emigran por miles y por miles. Y se van, porque su país no les ofrece posibilidades, porque no pueden vivir y trabajar aquí.
La emigración es el peor juicio sobre un régimen económico y social.
Por eso, porque nuestra juventud no tiene caminos individuales, se politiza y se radicaliza. Y el régimen responde con sanciones y con represión. El régimen reconoce con ello que es él, el régimen, el que no tiene futuro.
Quiebras y concordatos, paralización de industrias, especulación, esto es el síntoma de los últimos tiempos.
¿Cómo no van a agudizarse las tensiones sociales? ¿Es que alguien puede creer que, con Medidas Prontas de Seguridad, con un estado policial, va a solucionarse la inseguridad que hoy afecta a todo el país, la inseguridad de los productores y de los trabajadores?
Y vinieron los últimos tiempos. Los políticos blancos y los políticos colorados quedaron relegados y la oligarquía tomó directamente el gobierno. Esto nunca había sido tan visible, tan descarnado y tan claro. Los grupos económicamente dominantes estaban dispuestos a todo para reducir al pueblo oriental y se abrió así una era de violencia, la que estamos viviendo. La violencia comenzó desde arriba. La estructura de la dominación oligárquica quedó al desnudo; decretó que era la «hora del garrote», y como siempre, cínicamente, culpó del desorden a las masas estudiantiles y a las masas obreras.
Para mantener intactas las estructuras del poder económico, para mantener los privilegios de la oligarquía, era necesario terminar con el régimen de libertades públicas y con el régimen de seguridades sociales.

Este es el hecho actual de relevancia histórica. Los hombres progresistas y populares del Partido Colorado y del Partido Nacional, de clara y firme militancia política, que quieren ser fieles a su pueblo, comprendieron que tenían que romper el cascarón vacío de los viejos lemas y unirse con las otras fuerzas populares y progresistas.
La única línea divisoria está entre quienes quieren mantener un orden como el actual, un régimen caduco, opresor, antipopular, y aquellos que desean los cambios que el país exige; que de un lado está la oligarquía blanca y colorada, y del otro lado el pueblo, blanco, colorado, demo-cristiano, comunista, socialista, independientes. Esa es la verdad ciudadanos y ésa es la definición de la hora actual.
Es por esto que el Frente Amplio no es una simple suma de partidos o de grupos; es la nueva conciencia que levantará un nuevo Uruguay. Aquí está el pueblo, que no ha perdido la fe ni en sí mismo ni en el destino de la República.
Por eso el Frente Amplio es el legítimo heredero de la tradición artiguista, toma sus banderas y toma su ideario.
Y no es que cada ciudadano, que cada grupo o partido pierda u olvide sus tradiciones partidarias. Las guarda y las cuida celosamente, porque esas tradiciones sirvieron a construir nuestro Uruguay.
El Frente Amplio nace del pueblo y se nutre con el pueblo, del pueblo que no perdió las esperanzas en el destino del Uruguay. Por eso estamos aquí, porque al pueblo oriental no lo doblega el despotismo, porque somos empecinados, y nos reunimos en la calle, porque la calle es nuestra.
Y esta manifestación, este acto, como nunca conoció el país otro similar, es la manifestación rotunda de la única fuerza, verdaderamente democrática que existe en el país. Porque el Frente Amplio es la única salida histórica para el Uruguay, porque es la única fuerza que puede asegurar la pacificación que todos ansiamos.
Es el pueblo consciente de su destino, seguro de su decisión. Es el último, el definitivo intento del Uruguay para buscar salidas legales, democráticas, pacificas. Somos el Frente Amplio, una afirmación pacífica.
No queremos la violencia, pero no tenemos miedo a la violencia. Nosotros no queremos ni el caos ni el desorden. El régimen actual no es el orden, sino el «desorden establecido».
Tenemos confianza en nuestras propias fuerzas; tenemos claridad en nuestros propósitos; tenemos fuerza de pueblo e ideas de pueblo, para el pueblo.

Me siento todavía integrante de las fuerzas armadas de mi país, de esas fuerzas y esos hombres que llevan sobre el frente de sus gorras el emblema artiguista, son los continuadores históricos de las huestes artiguistas y en estos momentos, de liberación nacional, de búsqueda de una real y efectiva democracia, de prosecución de la justicia social, nuestras fuerzas armadas como fueron antes, como serán siempre, serán salvaguardia de la Constitución y serán también celosos salvaguardias de la voluntad del pueblo.
Es mi país, mi pueblo, el que me permitió realizarme como hombre, como militar y como ciudadano, y a él me debo. Por eso nuestro compromiso, aquí y ante ustedes, de entregar todas nuestras energías y nuestras posibilidades para la causa del Frente, que es la del pueblo. Todo nuestro esfuerzo por esa causa, por su programa, seguros, confiados en la victoria. Porque es el pueblo oriental el que emprende el camino hacia su futuro y nada ni nadie detiene a un pueblo que sabe adónde va.

«Un Pueblo Unido, Jamás Será Vencido».
Y antes de irnos, una invocación que nos sale del fondo del alma:
Padre Artigas: aquí está otra vez tu pueblo; te invoca con emoción y con devoción y bajo tu primer bandera, rodeando tu estatua, ese pueblo te dice otra vez, como en la patria vieja, padre Artigas guíanos!

 General Liber Seregni

Explanada Municipal, 26 de marzo de 1971

 

 

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