El Frente Amplio no acompaña en general este proyecto presentado por el gobierno.
Se adjunta el informe de los y las diputadas del Frente Amplio exponiendo los motivos por los que no se acompañará una reforma injusta que perjudica a las mayorías.
No es cierto que durante los quince años de administraciones frenteamplistas “no se haya hecho nada”, como afirma el oficialismo ante la opinión pública, para ello algunos ejemplos:
● El crecimiento en la formalización fue contundente, se pasó de un 40% de informalidad a un 25% y los puestos cotizantes crecieron en más de 550 mil, lo que permitió un aumento de la recaudación del BPS.
● Se mejoró el acceso a las jubilaciones, con los cambios introducidos en la ley de flexibilización de 2008, en particular en las mujeres, con el reconocimiento de años de servicios por hijos, lo cual se mantiene en este proyecto y ha sido una medida destacada por actores del gobierno.
● Se redujo de 35 a 30 años de servicios para configurar causal jubilatoria, permitiendo así que muchas personas pudieran acceder a una causal jubilatoria.
● Se incrementó el valor de las jubilaciones y pensiones en un 65% en términos reales, a partir de una política salarial que buscó la mejora de las condiciones de vida de lostrabajadores y jubilados, en particular los de menores recursos, cuyas prestaciones se triplicaron en términos reales durante las administraciones de gobiernos frenteamplistas.
● Además de mejorar el valor de más de 650.000 jubilaciones y pensiones, las políticas desplegadas permitieron disminuir la pobreza entre las personas mayoresde 60 años a la décima parte, lo que implicó que más de 50.000 adultos mayores salieron de la pobreza. En este sentido, fue clave el aumento de las jubilaciones mínimas por decreto del Ejecutivo desde el año 2007. Estos aumentos no fueron adelantos a cuenta como hace el gobierno en la actualidad, sino que fueron incrementos reales. De no haber operado esta política las jubilaciones mínimas se encontrarían apenas por encima de los $4.200, cuando hoy podemos decir que se ubican, gracias a las gestiones pasadas, en los $15.000.
● Se amplió sustancialmente la cobertura de derechos a trabajadores y trabajadoras. En particular, se aumentó la protección social a los pequeños emprendimientos llevados a cabo por trabajadores autónomos, ensanchando el alcance del monotributo y creando la figura del monotributo social, a través del MIDES.
● Se mejoraron los subsidios de desempleo y enfermedad a trabajadores activos,herramientas fundamentales para proteger a los trabajadores y sus familias durante la pandemia, y se potenciaron las transferencias monetarias a sus hijos e hijas. Sectores de actividad eternamente relegados de la legislación laboral, como es elcaso de las trabajadoras del servicio doméstico, en el año 2007 fueron incluidas enla cobertura del subsidio por desempleo. Durante la pandemia 8.000 trabajadoras utilizaron este beneficio.
La seguridad social es mucho más que más que jubilaciones y pensiones. Se trata de dar cobertura frente a diversos riesgos y contingencias, que nos ocurren a las personas a lo largo de la vida. Por eso, cuando se habla de reformar la seguridad social no se puede simplificar y acotar a una reforma jubilatoria como lo hace el gobierno en este caso.
Además de ampliar la cobertura y mejorar las prestaciones, también hicimos diversas reformas que tuvieron como objetivo central garantizar la sostenibilidad decomponentes fundamentales del sistema, como son los servicios previsionales que amparan a los funcionarios policiales, a los militares, a los trabajadores del sector financieroy bancario, y también a los notariales. Casi todas estas reformas, por cierto, antipáticas enmuchos de sus aspectos, las encaró el Frente Amplio en solitario, actuando responsablemente, sin medir costos políticos, y sin el apoyo de la entonces oposición.
Estas reformas necesarias, implicaron incrementar aportes y adecuar las condiciones de acceso a las prestaciones, con miras en mejorar la situación financiera de estos servicios y cajas. Pero el Frente Amplio lo hizo con una diferencia fundamental en relación a la reforma planteada por la coalición: todos tenían que aportar a la sostenibilidad. El costo se repartió entre trabajadores, empresas, Estado y en ocasiones también los jubiladosy pensionistas de mayores ingresos contribuyeron. No se cargó a los trabajadores y trabajadoras con todo el costo de la reforma, como aquí se plantea por parte del gobierno.