DECLARACIÓN
Ante la IX Cumbre de las Américas realizada recientemente en Los Angeles (Estados Unidos), el Frente Amplio expresa:
- Que lo que debiera y podría haber sido una importante ocasión de encuentro, diálogo y consenso sobre temas de interés común entre los Jefes de Estado y de Gobierno de la región, fue desvirtuada ya en su fase preparatoria por la decisión unilateral del gobierno del país anfitrión de excluir del encuentro a Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que motivó que mandatarios de otros países no concurrieran al evento o que al intervenir en el mismo expresaran su rechazo a tal arbitrariedad.
- Que resulta sugerente que al tiempo que excluyó a tres países de nuestra región, Estados Unidos , invitó a lo que entendió como ¨su¨ Cumbre de las Américas a otros países ajenos a la institucionalidad de la misma pero funcionales a sus intereses geopolíticos particulares en la actual coyuntura global . También sugestiva es la connivencia de la Secretaría General de OEA, en tanto instancia responsable de la Secretaría Técnica del Proceso de las Cumbres, en tales exabruptos.
- Que los persistentes intentos de la Administración Biden de salvar la cumbre a cualquier precio (incluyendo gestiones de emisarios especiales ante los países invitados para confirmar asistencia, ofrecimiento a los asistentes de encuentros bilaterales con el Presidente anfitrión, la tímida flexibilización de algunas de las medidas sancionatorias a Cuba y Venezuela y el repentino anuncio de inversiones y ayuda económica para otros países de la región ) no lograron evitar los magros resultados de la misma: una foto de familia con notorias ausencias; varias declaraciones sobre diversas temáticas cuya ambigüedad denota el limitado alcance de los consensos, compromisos y expectativas existentes; y algunos anuncios igualmente difusos sobre planes sanitarios, políticas migratorias y alianzas para la prosperidad económica regional que se instrumentarían en un plazo también indeterminado.
- Que la exposición del Presidente Luis Lacalle Pou significa un retroceso en la política exterior tradicional y demostró la falta de rumbo que caracteriza al actual gobierno y su llamada “diplomacia presidencial”. Un discurso vacío, acorde tanto con la inconsistencia de sus fundamentos doctrinarios como con la pobreza de la gestión en la materia.
- Que esta devaluada Cumbre de las Américas reafirma la necesidad de actualizar la institucionalidad interamericana, reformular a la OEA y revertir el irresponsable desempeño de su actual Secretario General. Cabe recordar que tales demandas, ahora expresadas con mayor o menor énfasis por la mayoría de las delegaciones participantes en esta ocasión, fueron planteadas por la delegación oficial de Uruguay en la Asamblea General de OEA celebrada en junio de 2019 en Medellín antes de retirarse de la misma. Aquel planteo y aquella decisión no fueron caprichosos ni en vano.
- Que la nueva realidad global de la cual dan cuenta, entre otros aspectos, la creciente competencia comercial entre China y Estados Unidos, la dinámica geopolítica hoy focalizada en el conflicto Rusia/Ucrania , la crisis climática y ambiental, los efectos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia COVID, los desafíos a los que se enfrentan la democracia como
estado de la sociedad y los derechos humanos en tanto dimensión ética de la misma así como el flagelo que significan el terrorismo y el crimen organizado, indican que es necesario una gobernabilidad basada en un multilateralismo sin exclusiones ni discriminaciones de ningún tipo y apegado al derecho internacional así como al respeto mutuo entre los Estados
Como en otros órdenes de la vida humana, también en la comunidad internacional quien excluye se excluye, quien se cree impune se equivoca, quien actúa arbitrariamente más temprano que tarde pierde, quien pretende salvarse solo se hunde en soledad y quienes aceptan la prepotencia, la arbitrariedad, la injusticia y la desigualdad o se resignan a ellas, también pierden.
- Que ante el lamentable episodio que significó la IX Cumbre de las Américas y su complejo contexto global y regional, esta fuerza política reivindica, una vez más su carácter antimperialista, identificada, entre otros valores y principios rectores, con la paz, el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos y no intervención ni injerencia en sus asuntos internos, el multilateralismo y la integración, el desarrollo sostenible y la democracia, la justicia social y los derechos humanos como claves del mismo.
Montevideo, 13 de junio de 2022.
MESA POLITICA NACIONAL