El programa desarrolla acciones educativas, preventivas y asistenciales dirigidas a los sectores más vulnerables con el objetivo de combatir la desigualdad en el acceso a la salud bucal, llegando cada año a unos 75.000 niños y niñas distribuidos en 950 centros.
Los equipos de odontólogos e higienistas visitan esos centros educativos y le hacen un seguimiento a los alumnos, acompañandolos a lo largo de toda su etapa escolar.
A partir del 1° de enero de 2019 el Programa de Salud Bucal tendrá una nueva institucionalidad, ya que pasará a depender de ASSE. El mismo trabaja sobre tres pilares fundamentales, que son la educación, la prevención y la asistencia, estrategia conjunta sobre la cual actúan desde el inicio del proyecto, con importantes avances en cuanto a la modificación de hábitos.
Las Políticas Sociales establecidas por el Gobierno apuntan a atacar las causas de la pobreza estructural. En ese marco, teniendo en cuenta la alta prevalencia de las enfermedades bucales sobre todo en los grupos más desprotegidos económica y socialmente, la salud bucal de los escolares es uno de los componentes que deben ser atendidos.