Todos lo conocíamos como Edil, Diputado, Sub-Secretario, Ministro, teniendo una muy destacada gestión en cada cargo. Pero Jorge era mucho más que eso. Fue un padre de familia ejemplar, fue un fiel compañero de quien lo acompañó en toda su vida, su esposa Gloria, fue un ciudadano integrado a todas las actividades sociales, culturales como deportivas, brindándose íntegramente a las causas que abrazaba. Fue un incansable luchador por la justicia social, siempre incondicional a su querido Partido Socialista al que se afilió muy temprano en su vida.
Nació por el año 1951 en un pueblo de Durazno, hoy Villa Carmen, en aquel entonces Pueblo Carmen. Proveniente de un hogar de clase media con muy activa participación en la vida política, familia incondicional del Partido Nacional. Es en esta localidad que cursó primaria, secundaria y desde allí viajó a la Ciudad de Durazno a realizar lo que en aquel entonces era preparatorio. Ya desde ese entonces con poco más de 16 años había manifestado en su seno familiar su inclinación por las ideas socialistas, que la izquierda planteaba hablando de un modelo distinto y más justo para la sociedad. No era difícil ver los tremendos contrastes en aquel medio con mucha riqueza rodeada de tanta pobreza en la zona. Situación que se repetía en aquel interior profundo de todo Durazno.
La situación determinó que en 1969 se trasladó a Montevideo para seguir su carrera de Odontólogo. Se recibió como profesional y luego de casarse se radicó en Durazno. De aquí surgen muchas anécdotas que hicieron una parte muy importante de su vida. Con mucho respeto por el gran club de sus amores Peñarol, también abrazo la camiseta de Wanderers de Durazno donde vistió no solo la camiseta 11 sino que también presidió la institución. Vocacionalmente amante de las tareas del campo, muy vinculado a todas las actividades sociales, no solo de la ciudad de Durazno sino que tenía inquietudes que se derramaban por muchos de los más de 60 centros poblados del departamento.
En los momentos tan tristes y oscuros vividos durante la dictadura, él nunca dejó de luchar por sus ideales. Desde una militancia clandestina llevó y trasmitió en todos los ámbitos donde se movía, todos los lineamientos que provenían de la también clandestina directiva del Partido Socialista. Fue un puntal fundamental para que junto con viejos militantes Frenteamplistas de Durazno, mantuvieran y organizaran la resistencia ante los atropellos sufridos por la dictadura.
Terminado este triste período y con el advenimiento de la Democracia, fue electo edil departamental por el Frente Amplio de Durazno. Fue una tarea brillante al punto que su actuación fue muy reconocidas por los compañeros y también muy respetadas por los 30 ediles restantes de todo el cuerpo que por supuesto tenían ideas antagónicas a las suyas. Su gestión determinó que luego de varios períodos ocupando la banca como edil, fuera electo Diputado, siendo el primer Diputado de Izquierda de Durazno. Siguiendo su muy fructífera carrera política, en 2008 fue nombrado como sub-secretario del Ministerio de Defensa y posteriormente confirmado como Ministro de Defensa.
Toda esta destacada carrera marcaba una ruta por donde transitaba una parte de la vida de Jorge. Pero también, junto a su compañera de la vida, Gloria, formaron una familia y tuvieron sus tres hijas, hoy todas profesionales. Y llegaron sus nietos y nietas que hoy son el orgullo de una pareja que transitó dignamente muchas situaciones de diversa complejidad y con mucha felicidad.
Ese Ministro, nunca abandonó sus costumbres habituales de las reuniones de amigos, los asados del Wanderers de los viernes, los partidos de futbol, sus visitas casi semanales a Villa Carmen y la mesa de café del legendario Sorocabana de Durazno.
Era muy difícil imaginarse que aquella persona que teníamos en una reunión de amigos era un Ministro, mantenía en su conversación aquellas expresiones que se arrastraban de la escuela, el liceo, de los campitos futboleros vividos en el Carmen y de las pensiones de estudiantes en Montevideo.
Por eso al haber transcurrido un año de su desaparición física, quienes convivimos toda una vida junto a Jorge, (sí, toda una vida, porque cuando nació en aquel pueblito del interior, yo hacía exactamente 7 meses que lo esperaba, en una cuna a una cuadra de su casa) por eso digo que perdimos mucho más que un Ministro, perdimos un Compañero, un HERMANO.
Pedro Sout