DECLARACIÓN
Durante la madrugada del 27 de junio de 1973, hace 51 años, fruto del Terrorismo de Estado en el marco del Plan Cóndor, se concretó el Golpe de Estado cívico-militar que impuso la dictadura que se extendió por 12 años en nuestro país. A través de un decreto del hasta entonces Presidente de la República Juan María Bordaberry, devenido desde esas horas en dictador, fueron disueltas las Cámaras de Senadores y Diputados, y tropas del ejército ingresaron al Palacio Legislativo, fruto del largo camino de degradación democrática.
Los hechos de la jornada son el comienzo de una página trágica en nuestra historia como resultado de un proceso de escalada represiva, que impuso el Terrorismo de Estado y dio inicio a un período marcado por las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la represión, censura, imponiendo un ambiente de miedo y violencia que hasta hoy deja heridas abiertas en nuestra sociedad.
Desde el primer momento la clase trabajadora, organizada en la CNT, declaró la Huelga General, que marcó desde ese día la resistencia popular y la lucha por la defensa de la democracia. También por esas horas la FEUU sostuvo la ocupación de las facultades, manifestando su compromiso con la justicia y la libertad. Al mismo tiempo, el CDC de la Universidad de la República resolvió plegarse a las luchas del movimiento popular en defensa de la democracia, enfrentando con valentía el embate autoritario. Asimismo, el Frente Amplio se convirtió también en uno de los principales focos de resistencia al régimen cívico-militar enfrentando una persecución intensa y sistemática por parte de las fuerzas represivas.
La Huelga General es una de las páginas más gloriosas de la historia de nuestro pueblo, porque supuso una respuesta popular al despotismo que es motivo de orgullo de las y los demócratas de nuestra Patria.
En una jornada como la de mañana, realizamos nuestro más sentido homenaje a las víctimas de la dictadura, que fueron encarceladas, exiliadas, asesinadas, secuestradas y desaparecidas. Su sacrificio y sufrimiento no serán olvidados y continuaremos luchando por memoria, verdad y justicia.
Es en ese sentido nuestra prédica constante por la que señalábamos la profunda preocupación de los hechos políticos que afectan la institucionalidad, la separación de poderes, las libertades públicas que lesionan la democracia en nuestro país.
Compartimos la importancia de defender la democracia y la necesidad de mantener viva la memoria histórica. La memoria fortalece la democracia y nos libera. Cuidarla es una tarea de todos y todas, en la que juegan un rol fundamental los partidos políticos y los medios de comunicación. Por eso los y las frenteamplistas nos sentimos convocados y convocadas a cada una de las acciones que por estas horas llevarán adelante las organizaciones populares, especialmente la convocatoria realizada por el PIT-CNT a movilizarnos en defensa de la democracia y el Estado de Derecho.
A 51 años del golpe de estado cívico-militar en Uruguay reafirmamos una vez más nuestro compromiso por el respeto de los Derechos Humanos, por Verdad, Justicia, Memoria y Nunca Más Terrorismo de Estado.
Reafirmamos nuestro compromiso de luchar sin descanso hasta encontrar a nuestras compañeras y compañeros desaparecidos.
Montevideo, 26 de junio de 2024