Se trata de hogares que generalmente estaban conectados al servicio de forma irregular y que ahora acceden al suministro en condiciones similares a las del resto de los clientes.
8 de cada 10 de esos hogares se mantienen dentro del sistema. El 82% muestra un buen comportamiento de pago y el 67% está totalmente al día con su factura.
El proceso se acompaña de la realización de charlas de información previas a la conexión, relevamiento y diagnóstico, además de la entrega de lámparas de bajo consumo y el acompañamiento permanente a los vecinos para facilitar su adaptación a la nueva realidad, que supone derechos y obligaciones.
En el marco de su Proyecto de Inclusión Social, UTE incorporó una “matriz de selección de barrios”, una herramienta metodológica diseñada por técnicos de la empresa que permitirá una más eficiente priorización de las zonas y población a intervenir.
Una sociedad inclusiva nos hace mejores a todos y todas. ¡Se puede!